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Muchos son los tíos que acuden a las masajistas y acaban teniendo una corrida espectacular en sus manos, pero hasta ahora las chicas no habían tenido la misma suerte, pero esta vez sí.

No puede parar de correrse mientras la penetran el culo. A esta zorra la llaman la reina de los squirts, y es por una cosa: se corre a chorro una y otra vez. Si estás acostumbrado a tratar con chicas que se corren tímidamente tal vez esta tía te sorprenda. Solo con ver la cara de guarra que pone sabes que está a punto de correrse, y así es… cada orgasmo sale disparado un buen chorro de fluidos vaginales que lo dejan todo mojado.

Esta chica tiene uno de los mejores culos que puedas ver. Su hermanastro es consciente de ello y no le quita ojo de encima. Un día la vio algo atrapada en una ventana con todo su culo en pompa. Le hizo unas fotos para luego pajearse, pero pensó que tal vez podía ir algo más lejos. Así que le quitó los pantalones, le bajó el tanga y le metió la polla. Fue toda una sorpresa para ella, pero el chico se corrió dentro.

Por esto mismo me gusta follar con chicas de 18 años, porque son unas cerdas ninfomanas. Esta jovencita era super flexible, en el vídeo verás como me la follé de mil posturas inimaginables para la mayoría de mujeres. Pero lo mejor de todo es la forma en la que tiene de llegar al orgasmo, ya que ella es una de esas mujeres fuentes que se corren a chorro. Las corridas femeninas siempre me parecieron un mito hasta que vi con mis propios ojos como se corría esta jovencita con tan solo meterle mis dedos. No me averguenza decir que ella se corre más que yo, pero aun así vaya follada le pegué a la perra. Solo espero que me dure mucho tiempo, una joya así no se la puede dejar escapar.

La diferencia de tamaño entre esta jovencita y el hombre que va a follársela es importante. La chica es bajita y delgada, mientras que el hombre es grande y fuerte… además con una buena polla. La coge en brazos como si fuera una muñeca, la echa a la cama y ella se pone a comerle la polla… preparándose para meterse dentro de su cuerpo una buena verga. Una vez se siente preparada comienza a frotarse con la polla, una forma de ir mentalizándose ya que posiblemente le duela bastante. Al final, cuando el hombre la penetra, la cara de la chica lo dice todo. No se distingue si es dolor o placer, pero en ningún momento le dice que pare… señal de que tampoco lo está pasando tan mal.