La jovencita estaba dormida en su cama, eso si, totalmente desnuda. Nada más llegar le tocó el culo, era su hermano, pero solía tocarla y ella no parecía quejarse por este incestuoso gesto. Nada más tocar sus duras y redondeadas nalgas la muchacha se despertó y le preguntó que estaba haciendo. Y es que no solo la estaba grabando con su teléfono móvil, sino que además tenía la polla fuera y bien dura. La chica por supuesto se reía, sabía lo que ese cabrón quería, y además pensaba dárselo. Poco despues se dio la vuelta y se puso boca arriba. Tenía unas tetas pequeñas, pero su cara era realmente bonita. El chico con una de sus manos agarró su verga mientras con la otra seguía sujetando su teléfono y se la metió dentro.
Así siguió dándole duro hasta que dejó el móvil en la mesilla como cámara fija para así seguir follándosela y disfrutar al máximo de su bonito y desnudo cuerpo. A pesar de que él era su hermano mayor y que le sacaba unos cuantos años, él siempre disfrutaba follándose a la zorra de su hermana. La chica no le dejaba correrse dentro, pero eso si, siempre le echaba toda la leche en su vagina.
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