Era una chica joven y curiosa, quería probar que tal se le daba en el porno, pero no tenía ni idea de que tendría que probar haciéndoselo con un hombre negro. Ya puedes imaginarte su cara de sorpresa al descubrirlo. Lo primero fue desnudarse, se quitó toda la ropa y al ver su enorme polla negra se la tuvo que comer. Era demasiado grande, no estaba acostumbrada, pero aun así hizo lo que pudo hasta que le dijo que se tumbara y que abriera sus piernas todo lo que pudiera. Al sentir como esa enorme polla entraba dentro de ella su cara cambió por completo, era una mezcla entre placer, miedo y sorpresa. Sin embargo ella no quería que terminara aquello por nada del mundo, jamás había disfrutado tanto con un tío, comenzó a tocarse el clítoris mientras ese semental negro se la follaba y por supuesto alcanzó varios orgasmos.
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