Buenos días cariño…


Su chica estaba dormida cuando él llegó, una imagen realmente enternecedora. Comenzó a acariciarla y le dio un beso mientras dormía. Ella no quería levantarse, y él tampoco pretendía que lo hiciera, por lo que fue deslizándose hasta su coño y comenzó a tocárselo y a chuparlo. La muchacha no podía parar de sonreir, sin lugar a dudas era la mejor forma del mundo de despertarse, su chico sabía bien como tratarla. La zorrita estaba cada vez más cachonda, y finalmente se dio la vuelta para que pudiera comerle bien el coño. Después se la llevó en brazos hasta el salón, pero la chica no quería quedarse a medias, quería sentir su polla.
Empezó a hacerle una mamada y después la penetró. No hace falta más que ver la cara sonriente de la chica mientras se la follaba para darse cuenta de lo mucho que le gustaba sentir su rabo dentro de ella. El tío le dio como a ella le gustaba y acabó corriéndose en su cara. Después de aquella follada matutina entonces desayunaron, era una buena forma de empezar el día.