¿Puedo tocarte el coño?


Una pregunta sencilla aunque no muy frecuente. Se trata de una jovencita a la que se encontró en un parque. Sentada en un banco con una escandalosa faldita cada vez que movía sus piernas dejaba ver sus braguitas blancas. Le propuso ir a su casa y nada más llegar ya le estaba enseñando las tetas. Y joder, vaya tetas tenía la chica. Eran dos pechos perfectos. No fue el único día en el que hicieron eso, en el segundo día fue cuando la cosa llegó más lejos. No le bastó con verle las tetas, esta vez también se desnudó completamente, abrió sus piernas y dejó ver su joven coñito.
Con un poco de lubricante y lo tenía totalmente mojado, pasaba con sus dedos por el clítoris y vagina, los introducía… uno se imagina lo que sería meter la polla en ese chochito, y con eso te aseguro que cae más de una paja.