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Con 18 años una chica siempre está caliente, es un hecho. Así que cuando va a despertar a su amigo no lo hace de una forma normal, le come la polla dormido. El despertar del chico es la ostia, con esa empalmada matutina y la chica sobre él ya tiene todo el trabajo hecho. Lo único que tiene que hacer es follársela como un campeón y si le deja y tiene oportunidad correrse dentro de ella. Cuando por fin llega el gran momento ni tan siquiera le pregunta, solo se le corre dentro y punto. Ella sabe lo que ha ocurrido, pero es tal la excitación que no puede decirle que se detenga… sentir la leche caliente dentro de ella aun la pone más cerda.

Como engañan algunas chicas de 18 años en la cama, cuando te quieres dar cuenta te están chupando el culo y metiendo la lengua, algo que ni de coña te imaginas cuando las ves por primera vez y te dan dos besos tímidamente. Esta Rusita superó con creces las expectativas de su primo, se había hecho mil pajas pensando en ella pero jamás pensó que en la familia había una zorra de tal calibre.