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Yo estaba de visita en casa para presentar a mi novia a la familia. Pero nunca olvidaré lo que ese día sucedió. Mientras mi chica y yo dormíamos apareció mi hermanastra, la cual estaba ya bastante crecidita. Sacó mi polla y comenzó a comérsela mientras me hacía indicaciones para que guardara silencio. Yo no sabía que hacer, no me esperaba eso. Si decía algo era capaz de despertarse mi novia y pensar que había sido cosa mía, si no decía nada acabaría teniendo sexo con mi hermanastra y además podría descubrirnos igualmente mi novia.

Todo empezó porque ella le descubrió pajeándose mirando fotos suyas. Su hermanastro era un joven pervertido y degenerado, ¿como podía pajearse mirándola? Le pidió explicaciones pero la cosa se les fue de las manos. La convenció para que le hiciera una mamada, pero aquello solo fue el principio. Al poco estaba sintiendo la verga de su hermanastro dentro de ella, no se lo podía creer. Ella apretaba sus manos con fuerza y sus ojos se ponían en blanco del placer. Ya no solo era por el hecho de que follase mejor o peor, sino por el morbo de la situación.