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Su hijastra era jovencita y tenía un culo perfecto, era imposible que él no se fijara en ella. Pero en esta ocasión no solo se fijó, también quiso tocarla y fue muy lejos. A ella no le desagradó la idea de tener algo con su padrastro y se dejó hasta que empezó a tocar su coño, la chica estaba muy mojada. Tras masturbarla un rato se dio cuenta de lo caliente que estaba la putita, por lo que le dijo que se diera la vuelta y se la metió en su chochito. Lo tenía tan caliente y mojado que al sentirla se puso mucho más cachondo si cabe, sabía que acabaría dentro. La putada para él es que no pudo aguantar demasiado, cuatro culeadas después de metérsela se vació en el interior de su hijastra dejándola chorreando.

La chica acostumbraba siempre a levantarse tarde, por lo que el padre solía despertarla casi a diario. Sin embargo aquella mañana fue diferente al resto. El hombre se metió en la cama de su hija, la cual todavía estaba despertándose. Tras darse la vuelta y ver que su padre estaba allí echado le preguntó que hacía en su cama, pero la respuesta la encontraría en breve, especialmente cuando el hombre se desnudó. La cosa se ponía realmente interesante, y la zorrita de su hija ni lo dudó, se acercó hacia su verga y le comió la polla.

No es fácil para un hombre mayor vivir con su hijastra de 18 años y pasar casi todo el día solos. Eso hace que ambos puedan confundir su relación y se convierta en algo sexual, como ocurre entre ellos. Y es que a la jovencita no le importa ir desnuda por casa, ni tumbarse al lado de él. Pero ese dia fue diferente, porque no solo salió desnuda del baño con solo una toalla, sino que se acostó al lado de su padrastro y, sin previo aviso, comenzó a besarle. Estaba claro que la chica lo deseaba y no le importaba ni la diferencia de edad ni que tuviera una relación con su madre.

La chica estaba totalmente borracha y dormida, su padrastro le quitó la copa y se preocupó por ella. Pero en realidad estaba más preocupado por descubrir su cuerpo y desnudarla que en otra cosa. Le sacó las tetas y se sorprendió, las tenía perfectas. Poco a poco le fue quitando más ropa y la fue tocando. Llegó un momento en el que hasta le metió los dedos en su coñito. La chica se daba la vuelta una y otra vez, pero él insistía en su fantasía y no paraba de tocarla. Al final se quitó él también la ropa, su polla ya no le cabía en los pantalones de lo dura que la tenía.

Cuando aquella jovencita se metió en la cama de su padre no fue precisamente simplemente para dormir. Ella aseguraba que no podía conciliar el sueño porque tenía miedo, por eso despertó a su padre y se metió en la cama con él. Pero claro, con un simple tanga. Al acurrucarse a su lado se rozaba ligeramente contra el paquete del hombre y no tardó en percatarse de que estaba con una gran erección. Había conseguido lo que pretendía aquella joven zorrita, que no era otra cosa que poner cachondo a su progenitor.

Vio a su padre dormido y se acostó a su lado. A ella le gustaba echarse sobre su padre para sentirse segura. Se quedó dormida y, para su sorpresa, cuando despertó se encontró que tenía agarrada la polla de su padre con su mano. No había sido casualidad, ni era sexambula. Simplemente el hombre había aprovechado que estaba durmiendo para que le agarrase su verga. Ese fue el detonante necesario para que la chica se comiera su polla y finalmente acabasen follando.

Aunque normalmente son los hombres los que van en busca de chicas jovencitas, aun siendo de su propia familia, en esta ocasión fue la chica la que buscaba la polla de su nuevo padrastro. Ambos estaban solos en casa, y mientras estaban sentados en el sofá la joven muchacha comenzó a tocarle el paquete. El hombre no se creía lo que estaba pasando, hasta se echó las manos a la cabeza, pero era más que obvio que eso le estaba poniendo muy caliente.

Su hija era la típica jovencita que no solía pensar en mucho más que en ella. Allí estaba tirada escuchando música sin percatarse de que su padrastro había olvidado las llaves y llevaba rato llamando a la puerta. Finalmente pudo entrar y cuando la vio se dispuso a echarle una buena bronca. Allí estaba en el suelo sonriendo como si no le preocupara mucho, ella siempre tenía una solución para todo. Se lo dijo, que era toda una puta, pero ella se reía sabiendo que era cierto. Fue entonces cuando comenzó a besarla y a desnudarla, iba a tener su merecido. Su hija le comió la polla, pero una vez estuvo totalmente desnuda en el sofá la abrió de piernas y le comió su coño mientras cerraba los ojos de satisfacción.

Vestida estaba demasiado bueno, pero en pelotas esta jovencita era espectacular. Cada vez que la joven chica estaba en su habitación y aparecía su padre por la puerta sabía perfectamente lo que el hombre pretendía. Por eso ya no se sorprendía, es más, muchas veces deseaba que llegase para tener sexo con él. Le van los hombres maduros, pero tiene auténtica fijación por su padre.

La zorra de su hija no aceptaba un no como respuesta, estaba acostumbrada a tener todo aquello que deseaba. Y lo que ahora quería era la polla de su padre. Cuando empezó el hombre no se lo esperaba desde luego, pero la chica le tocó su paquete. Inmediatamente y de forma subconsciente el hombre cerró sus ojos sorprendido y excitado al sentir el contacto su la mano de su hija en su polla. Pero le indicó que no continuara, él sabía perfectamente como acabaría la cosa si decidía seguir. Ella por supuesto no le hizo caso, y no solo siguió tocándole, sino que además comenzó a desnudarse delante de él. El viejo ya no lo pudo evitar y empezó a tocarle las tetas a la chica, que además las tenía perfectas. Ella al percatarse de lo excitado que estaba con sus pechos hasta le hizo una paja cubana, poco después le estaba comiendo la polla.

El hombre dormía tranquilamente cuando apareció su hija diciendo que no podía dormir. Es una buena excusa desde luego, porque lo que le pasaba a la joven es que estaba caliente. Meterse en la cama con su padre le permitiría como mínimo hacerse un buen dedo y tocarse un rato, pero la cosa fue un poco más lejos. Nada más meterse en la cama con él sintió como el hombre se ponía duro. Sin embargo se hizo la tonta y se acostó con él con la supuesta intención de dormir.

El viejo era un puto degenerado, pero al fin y al cabo era su padre. Sabía perfectamente que la chica se estaba duchando, pero aun así entró en el baño y se hizo el tonto. Al principio ella no lo vio, pero en cuanto fue consciente de su presencia se llevó la mano a la boca sorprendida y asustada tras aquella pillada desnuda.

Muchas son las chicas que de vez en cuando acceden a darle un masaje a su padre, es algo normal e incluso inocente. Pero lo que hace esta jovencita en realidad tiene más bien poco de inocente, ya que tras tocar el cuello y los hombros de su padre mientras lo masajeaba la zorrita se puso caliente.

La chica acabó desnuda mientras masajeaba a su padre. Que una hija de un masaje a su progenitor es algo totalmente normal, pero en cuanto el viejo se dio la vuelta ella sabía que no iba a ser como otras veces. El hombre le sugirió que se desnudara, ella no sabía exactamente porqué, pero al ver que su polla estaba dura como una piedra entendió lo que sucedía.

Escuchaba ruidos en la habitación de su hija y se asomó para ver que pasaba. La puerta estaba entreabierta y no se esperaba ver lo que vio. Su hija abierta de piernas con un dildo vibrador masturbándose su peludo coño. Entró en la habitación y la chica rápidamente fue a taparse, menuda vergüenza que su padre la pillase haciendo eso.

Ella simplemente quería contacto paterno, en el sofá viendo una película con su cabeza apoyada sobre sus rodillas ella se sentía muy cómoda. Pero lo que no sospechaba es que el hombre se estaba poniendo muy caliente. Comenzó a tocarla poco a poco hasta que metió la mano por debajo de su camiseta para palpar sus pechos.

Su hija aseguraba no poder dormir, pero tal vez la forma de encontrar el sueño no fue la correcta. Ella insistía una y otra vez en tener algo con su padre, pero el hombre no entendía que quisiera llegar a eso. En un intento desesperado la chica se abrió de piernas para mostrarle su chochito mojado y caliente, para que viera como estaba de cachonda. El hombre la tocó un poco, tal vez por lástima para consolarla. Pero ella no se conformaba solo con eso, quería sentir su rabo dentro. Sentía que si no la penetraba su coño iba a explotar, necesitaba esa sensación y quería que fuera con su padre.