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Raro es que un jefe se proponga follarse a su secretaria y no lo consiga, normalmente suele haber una química especial entre jefe y trabajadora y tarde o temprano surgen sus instintos más primarios. En la mayoría de las ocasiones los encuentros surgen espontáneamente cuando uno menos se lo espera y a este tipo tuvo que pillarlo su secretaria con una imagen de sus tetas en el ordenador para poder abrirse de piernas en la mesa de su despacho.

Se sorprendió y no es para menos. Su secretaria era toda una puta, solo que él aun no lo sabía. Ese día la chica estaba especialmente cariñosa, se le acercaba demasiado, hasta que decidió hacerlo. Se sentó sobre su mesa para mostrarle el culo y poco después estaba desnuda frente a él, la cara del tío lo decía todo. La chica tenía pequeñas tetas, pero estaba muy buena. No tardó en hacerle una mamada la jovencita, se la hizo con ganas desde luego. La cosa no pasó de una chupada, pero fue tan impresionante que tampoco necesitaba mucho más. Fueron al sofá donde estuvo chupándosela y en ocasiones él follaba su boca. Al final se corrió sobre su contrato de trabajo, desde luego era la mejor forma de firmarlo.

Ni su jefe ni la secretaria esperaban ser grabados por una cámara oculta, pero la esposa de este depravado anciano los pilló infraganti. Y es que el viejo acostumbraba a follarse a todas sus secretarias, por eso las contrataba bastante jovencitas y cuando se cansaba de sus coños las despedía para contratar a otra. Sus andanzas con las jovencitas lo sabían todos, y su esposa comenzaba a sospechar. Por eso la cámara oculta lo grabó todo de principio a fin y supuso el final de los días de éxito de este hombre.

No podía dejar de mirar sus largas piernas y lo bella que era su joven secretaria. Pero lo mejor era que se trataba de una chica realmente viciosa. Mientras la miraba sonreía, como queriéndole dar a entender que deseaba follársela. Ella se percató rápidamente y puesto que no quedaba nadie más en la oficina se sentó sobre su mesa abriéndose bien de piernas. Lo que hizo el tío la sorprendió, y es que en lugar de quitarle las bragas lo primero que hizo fue quitarle sus zapatos. Una vez con sus pies desnudos empezó a besárselos, lamérselos y chupárselo. Nunca se lo habían hecho, por lo que la chica se excitó bastante. Poco después se sacó la polla y ella comenzó a pajearle con sus pies, no cabe duda de que eso era lo que más cachondo le ponía, eso le encantaba.

No pudo contener durante más tiempo lo que deseaba hacerle a su secretaria y ese día fue a por todas. Comenzó desnudando a la joven rusa sobre su mesa, ella por supuesto se dejaba hacer. Siempre había sido muy servicial con todo lo que deseaba su jefe, y el hecho de que se la quisiera follar lo vio incluso como un cumplido. Era una chica muy delgada y joven, de aspecto bastante vulnerable, pero ese le ponía cachondo.

La encontré masturbándose y no pude contenerme. Me escondí, saqué mi polla y comencé a tocarme mientras la miraba. Siempre me había puesto cachondo esa cerda, a pesar de ser asiática tenía dos grandes tetas, no se parecía en nada a esas chicas flacuchas que se suelen ver.

No siempre es fácil para una mujer llegar al orgasmo, especialmente cuando se trata de una madurita acostumbrada a probar bastantes pollas. Sin embargo su jefe la excita demasiado, hasta el punto de que la zorrita siempre está muy mojada a su lado. Con esas dos enormes tetas sería el objeto de deseo para cualquier hombre, pero a ella le gustan con poder y autoridad. Por eso tal vez sea que no le importa ponerle los cuernos a su marido con él. Quizás lo vea como trabajo, o simplemente disfrute más que con su esposo.