—“Dame duro primo que tengo muchas ganas de follar”—


Llega a su casa y espera descansar un rato. Eso de vivir en un país donde este yéndose la mierda desde hace más de quinientos años, es una complejidad con la que no todo el mundo puede lidiar, mucho menos si eres joven. Y al entrar a su cuarto, se encuentra con su prima desnuda y a cuatro patas. —“Dame duro primo que tengo muchas ganas de follar”—, le dice la zorra mientras empina el culo. Así que tiene que sacar su polla y ponerse a trabajar porque ese coño no se va a complacer solo. Es lo que tiene ser latino: hasta las mujeres de tu familia necesitan algo de ti y tienes que dárselos.