Madrastra: —“aprovechemos que tu papá no está en casa”—.


La casa se siente en silencio desde muy temprano. Nadie hace muchos ruidos y pocas palabras se escuchan, aunque hay dos personas dentro que son parientes. Aunque por formalidad y no consanguíneos, ya que una es la madrastra y la otra persona es el hijastro. —“Aprovechemos que tu papá no está”—, dice la madura mientras levanta su vestido para que el chaval le meta la polla. Rápidamente, mientras la penetra, el rostro de la rubia empieza a cambiar de emoción a placer. Su cara mira hacia la ventana para ver que no llegue nadie mientras ella está follando y el culo empinando mientras la están clavando.