Te voy a quitar la ropa y te voy a follar


Necesitaba la ayuda de un fontanero y tras llamarle aquél hombre acudió. Se agachó y no tardó en resolver el problema, al menos ese, ya que tenía otro en sus pantalones. Se puso de pie frente a ella y vio lo buena que estaba aquella chica, era toda una zorra. La arrinconó en la cocina y comenzó a tocarla. Ella parecía resistirse, iba demasiado directo al grano, pero él no estaba dispuesto a perder el tiempo. La agarró del cuello y comenzó a desvestirla, a pesar de que ella parecía negarse en realidad estaba sonriendo, aquello le daba mucho morbo. Muchas son las chicas que tienen sexo con desconocidos, y ella iba a ser otra más.
La colocó sobre la encimera de la cocina y la penetró sin ningún preliminar, quería probar su coño como tantos otros fontaneros hacen gracias a su oficio. Al final acabaron los dos follando en el suelo hasta que aquél hombre se corrió. Con su cara llena de semen ella no podía evitar sonreir, aquella experiencia le había fascinado.