Puede parecer mentira, pero esta chica todavía no había experimentado lo que suponía que un hombre se corriera dentro de su coño. Siempre se corrían fuera y ella deseaba sentir como explotaba una verga en su interior echándole todo el semen. Con lo buena que está cualquier tío habría accedido encantado, pero claro, ella era una zorrita bastante selectiva. Rubia y con dos coletas era puro morbo. Le dijo que se fuera desnudando y se quitó la ropa, menos sus braguitas de encaje. Así lució culo y cuerpo en general durante un rato, la verdad es que ver a una jovencita con ese tipo de bragas pone la polla dura a cualquiera.
Pero si quería recibir su semen esas braguitas había que quitárselas también. Se sentó en la cama y comenzó a tocarse el coño, era como para ponerle los dientes largos al tío. Vaya chocho tenía la guarrilla, sencillamente perfecto. El hombre se acercó y ella le comió la polla. Pero al minuto la estaba levantando a pulso mientras le metía el rabo en su coñito. Después la acostó en la cama y comenzó a follársela en diferentes posturas. Iba a correrse dentro por supuesto, pero al menos iba a prolongar aquello tanto tiempo como pudiera, la corrida ya llegaría.
Al final ya no pudo aguantar más y de repente la gran explosión, empezó a echarle todo su leche caliente dentro de ella. Aun cuando sacó la polla todavía seguía lanzando chorros de semen. La chica alucinaba, le había encantado esa nueva sensación y sin duda quería volver a repetirla. Mientras tanto su chocho chorreaba sin parar, lo que llamamos un creampie pero a lo bestia.
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