Tag: universitarias

A sus 18 años le van los chicos malos, o al menos los que lo parecen. Eso fue lo que hizo que esta chica se llevase al tío a su casa aprovechando que sus padres no estaban. En principio le dijo si le apetecía hacer los deberes con él, pero claro, el tío no pensaba estudiar sino follarle el coñito. Nada más entrar en la habitación el tío procedió a desnudarla y pronto se quedó sin ropa alguna. Cuando ella quiso echar mano al paquete del tío se sorprendió al ver su polla. Fue como si nunca hubiera visto un rabo, y tal vez así fue ya que siempre lo había hecho con las luces apagadas.

Le gustaban las chicas jóvenes, y a quien no. Solía ir a un campus universitario para ver a las animadoras practicar sus ejercicios y bailes, pero ese día pudo llegar más lejos. Fue hacia la chica y se presentó, más tarde la convenció para ir a su casa. Ella sabía lo que quería y estaba dispuesta a todo a pesar de que la estaban grabando en vídeo. Comenzó a desnudarla, a tocarla y también sacó su verga de los pantalones. Ella estaba muy excitada y no paraba de besarla, luego se comió su coño y después la penetró. Disfrutó de verdad la zorra gracias a su verga, lo cierto es que siempre le habían gustado los hombres mayores.

Habían quedado después de clase para estudiar, pero la jovencita descubrió que el chico tenía una erección considerable. Es normal, cuando un chico es joven su polla reacciona inmediatamente ante cualquier mínimo estímulo, y tener a tu lado a una chica joven y guapa además de saber que estás a solas con ella es un estímulo bastante grande. Además de eso, la chica se excitó al ver que el bulto de su pantalón era bastante grande. Se imaginaba que tendría una enorme polla, y no se equivocaba en realidad.

Sus padres estaban muy interesados en que su hija siguiera el programa de intercambio universitario, pero su llegado a Occidente sólo ha servido a esta oriental para saciar sus ganas de follar reprimidas.

A su edad follar con una chica joven es complicado, pero poder follarse a dos universitarias como ellas es casi imposible. Desde luego era un viejo afortunado, aunque como era normal tuviera que pagarles. Ellas encantadas, por un poco de dinero le hacían lo que fuera. Comenzaron las dos juntas a comerle la polla, luego se sentaron y se abrieron de piernas para él y para que pudiera elegir donde meterla. Empezó con una, luego fue a por la otra. Se podía permitir follarse a esas dos zorras por turnos. Se colocaron a cuatro patas y continuó dándoles, pero en esta ocasión se la metió a las dos por el culo para así follárselo. Las dos chicas se sorprendieron por como follaba aquél hombre mayor.

Las jovencitas consiguieron intimidar a su profesor, algo poco normal la verdad. Y es que sabían que no había nadie más, solo ellas y ese maduro que a ambas ponía cachondas. Así pues cuando el hombre se sentó entre ambas ellas comenzaron a hacer lo que mejor se les daba, que no era otra cosa que hacer las zorras. El hombre suplicaba que parasen, pero ellas no pretendían ni mucho menos dejar de hacerlo. Así que acabaron finalmente sacándole la verga mientras él se lamentaba por lo que iba a hacer. Las dos al mismo tiempo empezaron a chuparle la polla, entonces se dio cuenta del placer que suponía tener a dos hembras jóvenes a su disposición.