Ella es mi sobrina, una dulce jovencita con dos tetas bastante grandes. No es ningún secreto que la zorra me ponía cachondo, cualquier hombre se habría calentado solo con verla. Pero ese día la vi allí echada en la cama y reconozco que fui débil. Me acerqué a la chica y empecé a tocar su cuerpo. La fui desnudando poco a poco mientras con la otra mano sujetaba mi cámara, la idea era grabarlo todo en POV.
Por fin tuve acceso a su coño y empecé a jugar con ese chochito mojado y peludo. Le metía los dedos y los sacaba totalmente mojados, la guarra estaba cachonda en sueños. No tardé apenas nada en sacar mi polla y metérsela, que placer sentí al penetrarla por fin.
Sin embargo la muy guarra se hacía la dormida, ya que al menos durante la penetración yo ya sabía que se había despertado. Seguí dándole duro mientras sus grandes tetas se movían, al final quise aprovecharlo al máximo y me corrí dentro de su vagina.