La puta de mi hermana llegó tras una noche de fiesta, apestaba a alcohol y nada más tumbarse en la cama se durmió. Yo fui a verla y allí estaba bien tapadita con sus sábanas, pero no llevaba ni pijama ya que se había acostado solo con su ropa interior. Tras destaparla vi su cuepo y no me pude contener, le quité el sujetador para ver sus bonitas tetas y comencé a restregarle mi verga por todo su cuerpo incluyendo su boca.
Luego le quité el tanguita, estaba claro que no iba a despertarse, así que me tocaría a mi a hacer todo el trabajo. Pero yo encantado por supuesto, porque en esa misma postura en la que se encontraba y totalmente desnuda penetré su coño. Llevaba tiempo deseando follar con ella y ahora por fin cumplía mi sueño. No pude aguantar mucho porque estaba muy cachondo, así que me corrí y lo hice dentro de ella. Luego acaricié su clitoris y vi como se movía. Posiblemente se había enterado de todo, pero al estar tan borracha no se negó a nada.
Al día siguiente lo hablamos ella y yo y nos reimos, ya que me confesó que estaba medio consciente en aquellos momentos y que le gustó lo que le hice.